Muchas culturas antiguas sabían de la existencia de ritmos cósmicos llamados „Yugas“ en la antigua India. Estos ciclos de nacer, vivir y morir y los ritmos del mismo planeta con sus ritmos de día y noche y de las estaciones del año se consideraban engranados con ciclos más grandes, períodos de tiempo gigantes, que se seguían y se repetían infinitamente.
De hecho la vida de cada ser viviente forma parte de y está definida por las diferentes formas o grados de consciencia, que caracterizan cada de estos ciclos, los cuales influyen en el desarollo de cada criatura, como establecen un marco vibratorio difícil de superar, que limita de cierta manera el crecimiento y la evolución.
Transitando de un ciclo a otro supone un cambio global, en el cual estructuras antíguas o se transforman o se derrumban y desaparecen y estructuras nuevas surgen. Nos hallamos justo en este momento de tránsito caótico. En esta situación nos puede orientar más que nada nuestra propia brújula interior dado que los puntos de referencia del mundo exterior, que nos han servido por mucho tiempo, están desapareciendo.
Te invito a seguir tu brújula interior: ¡Déjate inspirar por mis pinturas y entra en contacto con las imagenes de tu propio mundo interior! Descubre este retrato energético que representa tu árbol de la vida, encuentra orientación en tiempos turbulentos conociendo tu árbol vocacional y recibe a través de él información sobre tu misión en un mundo vibrando en una frecuencia distinta, o experimenta simplemente la alegría de aprender un idioma a tu propio ritmo. Siente el amoroso poder de la tierra y los elementos en ceremonias ancestrales y los efectos sanadores del yoga. Ancla de una manera armoniosa tu propio ritmo al ritmo cosmico, fluye y permite que tu luz brille.
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El suave golpeo de los pies, las voces susurrando como el viento – todo parece un poco hipnótico. Llama la atención que todos los danzantes suigen el ritmo del tambor, nada más los bicornios mantienen un ritmo uniforme, que no está en armonía con lo de los demás. Como tienen la sabiduría de los mundos anteriores y su experiencia no se limita a la de este mundo están en contacto con el tacto inaudible del pulso cósmico, que no depende ni del tiempo ni del espacio. Frank Waters, El libro de los Hopi